En Grupo Limpex tenemos más de 10 años de experiencia en las limpiezas después de obra.
Trabajamos y colaboramos con constructoras y particulares, estamos preparados para realizar limpiezas de fin de obra en casas, pisos y grandes superficies, cuidando de los pequeños detalles garantizamos su satisfacción plena.
Para las limpiezas final de obra o reforma, la visita al local o vivienda a limpiar es imprescindible, para poder ofrecer nuestro presupuesto más ajustado.
Es por ello que no podemos valorar un trabajo sólo por el tamaño de la superficie., más importante es saber cuál es el grado de suciedad, cómo han sido de cuidadosos los albañiles y pintores, si hay sólo polvo o también restos de yeso o pintura o cemento.
También conocer el tipo de ventanas es muy importante, si hay cocina o no, paredes alicatadas o pintadas, armarios empotrados o no, rodapiés, puntos de luz, lámparas, terrazas, techos y sobre todo el suelo.
También es importante valorar la maquinaria y tipo de productos que hay que llevar para la limpieza final de obra.
Así, cuando realizamos la visita, tomamos muchas fotos y grabamos videos de todo el local para después poder hacer el presupuesto de forma más pausada en la oficina.
Hacemos hincapié en aquellos detalles que consideremos que son importantes destacar como por ejemplo un suelo rugoso es más difícil de limpiar que uno liso o las paredes pintadas que siempre se limpian en seco.
Una vez elaborado y aceptado el presupuesto nos presentamos el día y hora acordado con nuestro equipo, normalmente con más gente de la necesaria para que el trabajo sea más rápido.
Nuestros trabajadores van todos uniformados y son discretos, correctos y educados.
Para realizar bien la limpieza fin de obra, se protegen las paredes por debajo de las ventanas por si hay salpicaduras, en caso de suelos muy duros llevamos maquinaria rotativa si hay mucho cemento pegado todavía.
Así, el trabajo va perfectamente planificado. Siempre llevamos un cristalero como mínimo, a veces van dos que se que se ocupan de todas las ventanas incluidos los perfiles y persianas.
El resto del personal se reparte por la casa siguiendo las instrucciones pertinentes y en todo momento hay un supervisor que resuelve cualquier incidencia o se pone en contacto con nosotros si él no puede solucionarlo.
De esta manera, el trabajo siempre empieza desde el fondo de la casa hacia la puerta y según se van terminando tareas el supervisor va repasando lo ya realizado.
Cuando el trabajador acaba la tarea el supervisor le asigna otra conforme al plan de trabajo elaborado.
Una vez que se ha terminado la limpieza final de obra, se realiza un repaso de aquellas zonas más ocultas y otro repaso visual en el que se comprueba que todo ha quedado impecable.
Nuestro nivel de perfección es muy alto. Si el cliente encuentra algo que nosotros no hemos advertido, volvemos al día siguiente a rematarlo.
Nunca cobramos por adelantado ni mandamos la factura hasta que el cliente no está del todo satisfecho.
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